DESARROLLO PERSONAL
Presencia ejecutiva: La ventaja relacional que genera confianza

La comunicación eficaz es la base de un liderazgo fuerte, equipos de éxito y logros organizativos. Cuando las personas se comunican bien, las empresas prosperan. Y la presencia ejecutiva puede proporcionarle las poderosas habilidades de comunicación que necesitará para fomentar conexiones significativas.
Pero, ¿qué es la presencia directiva? Se reconoce cuando se ve, o mejor dicho, cuando se siente.
Digamos que alguien entra en la sala -o se conecta a la reunión virtual- y algo cambia. No tiene que decir ni una palabra, pero tú y los demás os sentís invitados, conectados y comprometidos.
Ese «algo» es la presencia ejecutiva. No se trata de su aspecto, sino de la energía que invitan y crean.
Y sí, puede desarrollarse. A propósito. Con autenticidad. Y es diferente de ser la persona más ruidosa, suave o carismática de la sala. ¿Podría ser esa persona? Claro, pero también puede ser una persona callada y torpe. Lo importante es que conecten abiertamente y te «vean» de verdad.
El problema es que la presencia ejecutiva suele tratarse como una cualidad misteriosa y elitista que se tiene o no se tiene. En las conversaciones sobre liderazgo y en las evaluaciones de los empleados se habla mucho de este término: «¿Tienen potencial de liderazgo? ¿Tienen presencia ejecutiva? Se ha convertido en una casilla de «sí, la tienen» o «no, no la tienen» en una evaluación de 360º.
Pero pida a cinco personas que lo definan y obtendrá cinco respuestas diferentes. Para algunos, se trata de confianza. Para otros, la pulcritud. Para algunos, es carisma. Y para demasiados, se reduce a cómo «aparentas».
Esta es nuestra perspectiva ARTiculate: Real&Clear sobre la presencia ejecutiva:
La presencia ejecutiva no es algo que uno se pone. Es la forma de conectar con los demás.
La presencia ejecutiva no es una actuación, es una práctica. Y, como cualquier práctica sólida, empieza con la conciencia.
¿Y debajo de todo eso? Se trata de relaciones.
No se trata de ti, se trata de ellos.
La presencia ejecutiva no consiste sólo en cómo apareces, sino en cómo ves a los demás. Es recíproca. Es el vínculo entre tú y las personas que diriges, a las que escuchas y con las que construyes. Es el puente. La conexión. La invitación a confiar. A abrirse a los demás y estar disponible.
Los sospechosos habituales (contacto visual, postura, tono de voz, atuendo) no definen la presencia ejecutiva. Son las herramientas, los ingredientes. Los distintos elementos de comunicación favorecen la conexión cuando se utilizan intencionadamente para valorar a los demás y comprometerse con ellos.
Porque ésta es la verdad: la presencia ejecutiva sin conexión no es presencia. Es rendimiento. Y cuando se trata de liderazgo, especialmente en espacios de alta confianza y alta responsabilidad, tenemos que reconocer la necesidad de ir más allá. Necesitamos presencia ejecutiva con propósito. Que te permita conectar y relacionarte con los demás, ya sea con tu equipo, tus clientes o tu junta directiva.
La presencia ejecutiva vive en el cuerpo
Cuando trabajamos con líderes, todos vemos esto: pensadores brillantes, comunicadores hábiles y ejecutivos experimentados que sienten una brecha entre lo que son y cómo se les percibe. Quizá su voz se tensa en la sala de juntas. Tal vez divagan cuando se preocupan demasiado. Puede que les digan que tienen que «mandar en la sala», pero no están seguros de cómo hacerlo sin fingir ser alguien que no son.
Ahí es donde entra en juego la autenticidad. La presencia ejecutiva es la alineación de la voz, el cuerpo, la mente y los valores. Cuando tienes claro lo que defiendes -y cuando tus palabras, tu tono y tu cuerpo concuerdan- puedes aparecer, ver a los demás y estar presente. Es entonces cuando la gente confía en ti, te sigue y quiere saber más.
No se trata de aprender a sonar como otra persona. Se trata de sonar como tú. Elimina la mugre acumulada y permítete ser claro y estar presente.
He aquí cómo puede ser la presencia ejecutiva:
- Alineación auténtica: Cuando lo que dices, sientes y valoras está sincronizado, la gente lo percibe y confía en ti.
- Claridad por encima del carisma: la gente confía en los comunicadores claros, independientemente de la pulcritud.
- Inteligencia corporal: Tu respiración, tu cuerpo y tu voz determinan cómo te percibe la gente.
- Conciencia relacional: La presencia ejecutiva se percibe en la conexión recíproca. Los ves y permites que te vean.
Por qué la presencia de los directivos es más importante que nunca
En el mundo laboral actual, la presencia de los directivos no es un lujo, sino un ancla.
Los líderes no dan abasto. La comunicación es más compleja. La confianza puede parecer frágil. Con equipos híbridos, reuniones consecutivas y expectativas siempre cambiantes, la capacidad de mostrarse con los pies en la tierra, alineado y auténtico no sólo es agradable de tener, sino que es necesaria.
Por lo tanto, si alguna vez te han dicho que «te adueñes de la sala» y no estás seguro de lo que significa, no eres el único.
Si alguna vez has salido de una reunión preguntándote si te habías presentado como tú mismo, no te preocupes: eso forma parte de tu viaje de autodescubrimiento y crecimiento.
Adoptar tu auténtica presencia ejecutiva requiere tiempo y práctica. Con la mentalidad adecuada, puedes aprender a presentarte de una forma que refleje realmente quién eres.
Recuerda que no se trata sólo de llamar la atención, sino de conectar. Se trata de ser auténtico.
Este artículo se publicó primero en Vistage US, puedes leer la versión original en inglés aquí.