DESARROLLO PERSONAL
Abrazar la neurodiversidad: los superpoderes ocultos de mentes únicas

Escasez de talento y neurodiversidad.
Seamos realistas: todos nos enfrentamos a una escasez de talento. Quizás sea por el panorama competitivo, alimentado por la constante disrupción tecnológica, que nuestras organizaciones enfrentan el mismo desafío apremiante: no encontramos suficiente talento y no sabemos cómo retenerlos a todos. La necesidad de diversas habilidades y perspectivas nunca ha sido más crítica, a medida que las empresas se esfuerzan por innovar y adaptarse en una era definida por los rápidos cambios y la complejidad.
Y aquí es donde entra en juego la neurodivergencia. Ignorar el talento neurodivergente simplemente porque es posible que no sobresalgan en los procesos de contratación tradicionales es una oportunidad perdida que puede obstaculizar el crecimiento organizacional. Creo que acoger a personas neurodivergentes no sólo amplía la reserva de talentos, sino que también introduce capacidades únicas que pueden impulsar la creatividad y la resolución de problemas. Al reconocer el potencial de los empleados neurodivergentes y adaptar los métodos de contratación para incluirlos, las empresas pueden posicionarse como líderes con visión de futuro en sus industrias y, en última instancia, mejorar su ventaja competitiva. A continuación te lo explico.
¿Qué sucede cuando tienes un cerebro neurodivergente/TDAH? Mi propia experiencia…
Al reflexionar sobre mi viaje con el TDAH, no puedo evitar recordar las innumerables reuniones improductivas que soporté en varias organizaciones a lo largo de varias décadas, todas vistas a través de la lente de un individuo neurodivergente, por supuesto. En esos entornos, los directivos a menudo parecían más centrados en apagar incendios que en fomentar una innovación genuina. Su miedo al cambio rápido sofocó la creatividad, lo que condujo a una cultura de pasos pequeños e incrementales en lugar de avances audaces. Una y otra vez me instaron a ceñirme a la agenda, a contener mis nuevas ideas y a cumplir las directivas de la sede. Demasiado rápido para ellos, demasiado aburrido para mí. ¿Por qué era tan raro?, pensé. ¿No podría simplemente quedarme quieto y esperar hasta que termine la reunión?
Lo que me salvó durante esos momentos difíciles fue una rutina rigurosa de correr durante una hora y luego meditar durante treinta minutos antes de nuestras grandes reuniones internacionales; no lo sabía entonces, pero aquí es donde estaba alimentando mi cuerpo con dopamina, suficiente para quedarse quieto durante varias horas. Esas prácticas se convirtieron entonces en mi santuario, proporcionándome una sensación de mayor paciencia, curiosidad y una perspectiva más clara. Me conectaron con el caos, permitiéndome abordar las discusiones con una mente más abierta. Ahora bien, no espereis milagros, todavía tenía un cerebro con TDAH que funcionaba mucho más rápido que el participante promedio.
También recuerdo los estimulantes proyectos de mi pasado que se alineaban perfectamente con mi cerebro acelerado. Cada nueva oportunidad parecía una aventura emocionante, que me permitía canalizar mi energía y creatividad de maneras que realmente mostraran mis fortalezas. Viajar a varios centros de producción en China durante varios meses, establecer una sólida red de distribuidores en Pakistán, forjar conexiones internacionales en Dubai, trabajar en el desarrollo de un método genético innovador en Escocia, crear nuevas empresas en España, Italia, Francia…
Estas experiencias representaron la esencia de lo que me gusta: organizar el caos y convertirlo en algo significativo. Es en estos entornos dinámicos donde realmente brilla mi superpoder: tomar un torbellino de ideas y transformarlas en planes viables.
Quince años después, un psiquiatra finalmente me diagnosticó un TDAH pronunciado. Ese diagnóstico fue una revelación, que arrojó luz sobre mi pasado, mi pensamiento divergente y mi incesante impulso para lanzar empresas y productos disruptivos. De repente, todo cobró sentido. Mis luchas, mis altibajos y mi impulso insaciable eran parte de una narrativa más amplia en la que mi TDAH emergió no como una limitación sino como una superpotencia.
Neurodivergencia
Neurodivergencia es un término que captura el rico tejido de la cognición humana, reconociendo que nuestros cerebros pueden funcionar de muchas maneras, cada una con sus fortalezas y desafíos únicos. Este concepto abarca una variedad de afecciones neurológicas, que incluyen, entre otras, el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), la dislexia y otras. Destaca la idea de que estas variaciones en la función cerebral no son simplemente trastornos que deben tratarse o curarse, sino más bien aspectos naturales de la diversidad humana que contribuyen a la riqueza de nuestra sociedad.
- Neurodivergencia: este término se refiere a las diferentes formas en que el funcionamiento del cerebro puede manifestarse entre los individuos. Los individuos neurodivergentes suelen experimentar el mundo de manera diferente, ya sea a través de sus percepciones sensoriales, su procesamiento cognitivo o sus interacciones sociales. Por ejemplo, una persona con TEA puede tener una mayor sensibilidad a los estímulos sensoriales, mientras que una persona con TDAH puede sobresalir en el pensamiento creativo y la resolución de problemas debido a sus procesos de pensamiento no lineales. La conclusión clave es que los individuos neurodivergentes pueden tener desafíos únicos, pero también poseen fortalezas distintivas que pueden aprovecharse en diversos contextos, incluidos la educación y el lugar de trabajo.
- Neurodiversidad: este concepto amplía la noción de neurodivergencia al abogar por la aceptación y celebración de las diferencias neurológicas como parte integral de la diversidad humana. La neurodiversidad postula que así como la biodiversidad es esencial para la salud de los ecosistemas, la neurodiversidad es vital para la riqueza y adaptabilidad de la sociedad humana. El movimiento enfatiza la importancia de crear entornos inclusivos que reconozcan y valoren las contribuciones de los individuos neurodivergentes, defendiendo sus derechos y bienestar. Al fomentar la neurodiversidad, las comunidades y organizaciones pueden beneficiarse de una gama más amplia de perspectivas, ideas y soluciones.
Las sociedades actuales a menudo han visto estas variaciones a través de una lente deficitaria, pero se está produciendo un cambio de paradigma a medida que crece la conciencia sobre las fortalezas únicas que los individuos neurodivergentes aportan.
La prevalencia de la neurodivergencia
Las investigaciones sugieren que las condiciones neurodivergentes son más comunes de lo que se creía anteriormente. Por ejemplo, los estudios estiman que aproximadamente 1 de cada 68 niños son diagnosticados con TEA, mientras que el TDAH afecta aproximadamente al 5-10% de la población mundial. La dislexia también es frecuente y afecta a alrededor del 10% de las personas en diversos grados. Dadas estas estadísticas, está claro que la neurodiversidad es un aspecto importante de la experiencia humana, y las organizaciones se beneficiarán enormemente al reconocerla y adoptarla.
Los límites de la neurodivergencia están dados por nuestras normas sociales. Entonces, dependiendo de dónde te encuentres, verás la neurodiversidad de una manera totalmente diferente.
Por ejemplo, tengo varios clientes de coaching con un TDAH pronunciado como el mío, y para mí es realmente relajante seguir su hipervelocidad de pensamientos. Recuerdo a un compañero coach que colaboró en el mismo cliente que yo y a él, como coach neurotípico, realmente le costaba concentrarse en tantas ideas en un período de tiempo tan limitado.
Entonces, para mí, cualquier persona con TDAH tiene un “cerebro que funciona normalmente”. Para otros, entiendo que nosotros, los de la tribu del TDAH, a veces podemos ser particularmente desafiantes.
Este artículo se publicó primero en Vistage US, puedes leer la versión original en inglés aquí
Dr. Sven Mulfinger, a seasoned entrepreneur and executive coach with over 25 years of diverse experience, now serves as a Chair at VISTAGE. Holding a PhD in genetics and an AMP from ESADE/Wharton, Sven brings extensive international experience and deep leadership insights to empower VISTAGE members on their success journeys.
His background in executive coaching and fostering growth aligns with VISTAGE’s mission of empowering leaders.